Noche de amor, noche de amantes, noche de pasión y locura. Noche en donde esos dos cuerpos pueden juntarse y convertirse por fin, en uno solo.
La luz de la luna es la que nos muestra estas figuras, figuras que con cada caricia van dejando un poco más en evidencia el profundo amor.
El roce de los cuerpos, el aire denso, el camino que recorren las manos desde los pies hasta el centro del corazón.
La piel se comienza a manifestar, cada vez se ve más porosa como esa típica piel de gallina. Evidencia que solo florece por el intenso amor y placer.
Placer entre amantes, compañeros, novios, entes.
Placer que acelera el corazón, placer que hace entrar en un estado de otro mundo.
No hay mejor entrega de los cuerpos que la entrega con amor, esa entrega que supera a mil la simple satisfacción de una noches y nada más.
El amor hay que cuidarlo, alimentarlo e incluso sorprenderlo.
PD: No hay duda alguna que cada día que pasa me enamoro más y más de tú bella persona.
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