Aveces crees qeu eres lo peor del undo, el ser más innecesario para esta tierra.
Te ciegas a tal punto que dejas que el resto se aproveche de tí, de tú buena disposición, de tu inteligencia, de tú amistad e incluso de tus vienes materiales.
Permististe que un error se apoderara de tí, no fuiste capaz de enfrentar tu pequeño error.
Toda tú vida fuieste el qeu siempre destaco, el que nunca conocio el fracaso y ahora, justo ahora, no eres capaz de sobreponerte.
Un día, cuando ibas caminando te encontraste con aquel niño que te hizo volver a la vida. Ese niño que día a día lucha por sobresalir y no caer en el mundo de la delincuencia.
te acuerdas que con temor te acercaste y le diste una mano, recuerdas que de ese día tu vida cambio.
Ver todo el esfuerzo que el niño hacia, te hizo luchar para salir adelante y además de ayudar a este niño, a este niño que te lleno el corazón de amor, que te enseño que en la vida no todo es victoria, siempre existen sus altos y bajos. La gracias esta en saber manejarlos y aprender de ellos para no volver a caer.
Van varios años de que te hundiste eb el fracaso, son varios años ya que luchas por aquellos niños de la calle que quieren ser diferente, por aquellos que ven un amigo en tu persona.
Ahora que estas viejo, ahora que tu cuerpo no te permite hacer lo mismo que antes, análisas tu vida, tus frutos que dejaste en esta pequeña cuidad.
Vez la maravillosa familia que lograste conformar, le has dado estudios a tus hijos, has sido un padre ejemplar, un marido que pese a los años aun sabe enamorar.
Pero sin duda uno de tus más grandes logros fue a ver adoptado a aquel niño que te devolvio a la vida, a aquel que te dio cariño sin esperar nada.
Aquel que en un futuro peude que llaegar a ser mucho mejor que tú, aquel que ama a su familia auqnue sabe que no es de sangre.
Tu bien sabes que padres no son los que hacen, sino aquellos que crian y luchan sin importar para que sus hijos sean felices.
Algín día ya no estaras más con ellos, pero se que te vas tranquilo, amas tanto a tu familia que el día que tu cuerpo ya no este, tu alma aun vivira.
lunes, 8 de octubre de 2007
lunes, 1 de octubre de 2007
Calcetin
Recuerdo cuando esos hilos se cruzaban uno sobre sí, mientras formaban aquella estructura o mejor dicho aquel cuerpo que hasta el día de hoy me acompañan.
Es difícil olvidar la emoción con la cual fui escogido para ser “abrigo” de aquel niño con tanta energía y tanto espíritu deportivo.
Lo mejor, fue a ver visto esa gran sonrisa en su cara, cuando abrió aquel regalo y vio aquellas calcetas deportivas que tanto había deseado. El cariño con él que me recibió y me hizo parte de su vida.
Cada momento importante que tenia que pasar o vivir, me sacaba de su mueble y me colocaba en sus pies, siempre fui su compañero, su amuleto, su abrigo y en especial abrigo en esas noches tan frías de playa, su “soporte” en esos duros partidos de fútbol.
Pase a ser parte tan importante de su vida, que incluso me lavaba a mamo, se preocupaba de colgarme y asegurarse con unos perros de madera para no caerme del colgador.
Fueron los mejores años de mi vida y por qué digo fueron, porque ahora que has crecido, ahora que tus intereses han cambiado, ahora que tú novia te dice que usar, me has dejado de lado. He pasado hacer parte de tus mejores momentos de infancia.
Ahora soy una prenda más de tu vida, un calcetín medio percudido, con hoyos y con un inmenso sentimiento de abandono.
Creó que la moda de las calcetas cortas, de los colores, te hizo olvidar todos aquellos momentos que fui tu abrigo, tu respaldo del mal olor, que para mí era parte de tú desempeño deportivo.
Tengo muchas ganas de escribir pero no se como hacerlo, en fin, historia para observación
Es difícil olvidar la emoción con la cual fui escogido para ser “abrigo” de aquel niño con tanta energía y tanto espíritu deportivo.
Lo mejor, fue a ver visto esa gran sonrisa en su cara, cuando abrió aquel regalo y vio aquellas calcetas deportivas que tanto había deseado. El cariño con él que me recibió y me hizo parte de su vida.
Cada momento importante que tenia que pasar o vivir, me sacaba de su mueble y me colocaba en sus pies, siempre fui su compañero, su amuleto, su abrigo y en especial abrigo en esas noches tan frías de playa, su “soporte” en esos duros partidos de fútbol.
Pase a ser parte tan importante de su vida, que incluso me lavaba a mamo, se preocupaba de colgarme y asegurarse con unos perros de madera para no caerme del colgador.
Fueron los mejores años de mi vida y por qué digo fueron, porque ahora que has crecido, ahora que tus intereses han cambiado, ahora que tú novia te dice que usar, me has dejado de lado. He pasado hacer parte de tus mejores momentos de infancia.
Ahora soy una prenda más de tu vida, un calcetín medio percudido, con hoyos y con un inmenso sentimiento de abandono.
Creó que la moda de las calcetas cortas, de los colores, te hizo olvidar todos aquellos momentos que fui tu abrigo, tu respaldo del mal olor, que para mí era parte de tú desempeño deportivo.
Tengo muchas ganas de escribir pero no se como hacerlo, en fin, historia para observación
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)